miércoles, 20 de noviembre de 2013

Mejor todos juntos

Los fines de semana dan mucho de sí, y las rutinas y obligaciones paternas de los días laborables no te gustan nada.

Mamá no tiene tiempo de jugar contigo durante el día, y la esperas por la noche con mucha emoción.

Empiezas a acercarte a la puerta, como hace Tango, cuando va llegando la hora de que vuelva a casa y, aunque te estuvieses cayendo de sueño cinco minutos antes, lo primero que haces nada más verla es pedir que te baje al suelo, agarrarla de la mano y recorrer la casa corriendo y riendo arrastrándola sin tregua.

Si papá sale a sacar a Tango a dar una vuelta, también protestas, porque los momentos más divertidos los pasamos todos juntos y no quieres que falte nadie.

Así llevamos dos semanas que ya no te echas siestas al volver a casa, porque no te puedes perder ni un sólo minuto cuando estamos todos juntos.

Y yo te entiendo.

Papá