lunes, 18 de noviembre de 2013

Llegó el gran día

Este fin de semana te has atrevido a soltar la mano.

Después de mucho practicar, ya casi sólo tocando la mano de papá o de mamá, ayer has decidido probar a avanzar sin contacto físico. Visual sí, claro.

Y ha sido una fiesta. Hasta que tus piernas no podían más no has dejado de practicar. Pero la risa, de nuevo, te desequilibra.

Me dicen los compañeros que lo vivieron antes que nosotros que ahora todo irá muy rápido. En pocos días tirarás millas por la calle sin querer que nadie te sujete.

Estoy dispuesto a correr detrás de ti todo lo que haga falta. No te preocupes. Tú vuela, que yo te cojo.