Cada vez tienes más. Te encantan los coches, y últimamente, esconder cosas debajo del sofá.
Es impresionante cómo vas ganando habilidad para manejar los artilugios que semanas antes no te servían mas que para arrastrarlos y hacer ruido.
Empiezas a meter las figuras por el agujero con su forma, las bolas por el tobogán... Enciendes y apagas el sonido, pulsas botones, e incluso ya mueves las fichas por los alambres en ese juego del Ikea tan llamativo y sencillo.
Ver cómo evolucionas y aprendes es una de las cosas más maravillosas que me ha pasado en la vida.
Papá
PD: Ayer no te escribí porque el trabajo no me dejo pasar mucho tiempo contigo.