Feliz año mi pequeñajo. ¡Cómo te gusta la fiesta, y cómo te resistes a acostarte!
Cada año tuyo, cada vez será mejor, y por lo tanto el mío, pase lo que pase, será mejor.
Mañana 2014.
Papá
Desde que mi pequeñajo ha cumplido un año, me he propuesto dejarle por escrito cada día como hacemos este camino juntos.
Feliz año mi pequeñajo. ¡Cómo te gusta la fiesta, y cómo te resistes a acostarte!
Cada año tuyo, cada vez será mejor, y por lo tanto el mío, pase lo que pase, será mejor.
Mañana 2014.
Papá
Bueno. Tanta actividad casi no me ha dejado ni fuerzas ni tiempo para escribir.
Hemos pasado una semana donde los abuelos de pucela y ha sido un no parar.
Ya no sólo andas con soltura, si no que te pones de pie tu solo aun apoyarte en ningún lado. Hablas sin parar cuando estás contento y cualquier cosa te sirve para hacer de teléfono y llamar a la yaya a gritos.
Cuando tienes sueño por la noche y cuando tienes hambre durante el día, nos agarras de la mano a uno de los dos y nos llevas hasta tu trona.
Bailas solo con la música de tus juguetes, te agarras a mi pierna cuando ves que voy a salir a la calle para que te lleve, encajas las piezas en su sitio en los juguetes, empiezas a comer solo con tu cuchara... y por todo esto a la vuelta de las vacaciones subes de curso.
Hoy ya has visto tu primera película de dibujos animados sentado con nosotros, un buen trozo.
El tiempo pasa demasiado rápido, y tu creces mucho. Ya tienes triciclo y moto, y das patadas a un balón....
Dentro de unos días visitaremos a la yaya de la playa, y los cambios volverán a afectarte, pero lo pasaremos bien y veremos el mar, y te explicaré cosas que la última vez no pude.
Papá
Lo pasamos bien, corriendo, riendo, jugando, cantando...
Y sin embargo llega la tarde y, ya sea por los dientes o por el cansancio, estás irritable. En cuanto te llevamos la contraria mamá, yo o cualquiera de tus juguetes (si alguno no hace lo que tu quieres que haga), te tiras al suelo, gritas y te estiras golpeandote la cabeza contra el suelo.
Yo creo que sabes que mañana es lunes y no te apetece nada que acabe el finde.
Te entiendo. Papá.
Ha sido nuestra primera visita seria. Habíamos pasado por allí pero nunca expresamente a jugar.
Esos columpios con asiento trona están muy bien, y poquito a poco le coges el gustillo al balanceo.
Bajamos varias veces por el tobogán y eso si que te encantó. Te echaste unas buenas risas.
También habia motos y animales sujetos con un muelle, a los que te puedes subir para cabalgar. Estos te quedan un poco grandes.
Pero lo que más disfrutas, como en todos lados, es estar con más gente, niños y mayores. Observas y aprendes continuamente.
Y es una suerte. Porque papá y mamá compraron una casita en un barrio lleeeeeeno de parques para niños.
Papá
Una vez encaminado el tema del desplazamiento autónomo, tu próximo reto parece ser mejorar la fluidez de la comunicación.
Tu repertorio hasta el día de hoy incluye
-"Papá" más o menos, pero aún no vemos claro si en el momento que lo dices te refieres a mi.
-"Mamá" especialmente cuando te cabreas
-"Eh!" Para llamar a Tango, y cualquier otro perro con el que te cruces.
-"Agua" o algo parecido. Esto está claro y funciona.
-"Bibi" creimos entenderte ayer. En cualquier caso, si no te hacemos caso, nos llevas de la mano hasta la trona, y pides que te subamos.
Que sepas más castellano que mucha gente inglés en este país. Y pronto superaras en castellano a los que salen en Tele5 y MTV.
Ya lo entenderás.
Papá