martes, 31 de diciembre de 2013

Feliz año

Feliz año mi pequeñajo. ¡Cómo te gusta la fiesta, y cómo te resistes a acostarte!

Cada año tuyo, cada vez será mejor, y por lo tanto el mío, pase lo que pase, será mejor.

Mañana 2014.

Papá

Intensa Navidad

Bueno. Tanta actividad casi no me ha dejado ni fuerzas ni tiempo para escribir.

Hemos pasado una semana donde los abuelos de pucela y ha sido un no parar.

Ya no sólo andas con soltura, si no que te pones de pie tu solo aun apoyarte en ningún lado. Hablas sin parar cuando estás contento y cualquier cosa te sirve para hacer de teléfono y llamar a la yaya a gritos.

Cuando tienes sueño por la noche y cuando tienes hambre durante el día, nos agarras de la mano a uno de los dos y nos llevas hasta tu trona.

Bailas solo con la música de tus juguetes, te agarras a mi pierna cuando ves que voy a salir a la calle para que te lleve, encajas las piezas en su sitio en los juguetes, empiezas a comer solo con tu cuchara... y por todo esto a la vuelta de las vacaciones subes de curso.

Hoy ya has visto tu primera película de dibujos animados sentado con nosotros, un buen trozo.

El tiempo pasa demasiado rápido, y tu creces mucho. Ya tienes triciclo y moto, y das patadas a un balón....

Dentro de unos días visitaremos a la yaya de la playa, y los cambios volverán a afectarte, pero lo pasaremos bien y veremos el mar, y te explicaré cosas que la última vez no pude.

Papá

jueves, 19 de diciembre de 2013

Supervisión

Una de las obsesiones de padre (y aún más de madre), es estar alerta cada segundo para que no tengas una mala caída, no alcances a coger lo que no debes y no toques aquello que quema.

Desde que te desplazas de manera autónoma por la casa, los cinco sentidos de tus progenitores deben estar pendientes de ti.

Pero también debo decir que últimamente, gracias a que andas con mucha soltura y ya has recibido los correspondientes avisos de dónde debes y dónde no meter tus deditos, estoy más relajado cuando compartimos las tardes tú y yo (con Tango, claro) en casa.

Puedes estar jugando en el salón con tus cosas o moverte con el andador o cualquier caja por el suelo sin que yo deba levantarme del sofá. Incluso hay veces que doblas la esquina camino de la cocina, y, si me he preocupado de dejar la luz pagada, lo normal es que te escondas en la puerta unos segundos y aparezcas riéndote después de que te llame.

A no ser que esté tu madre arriba, ya no subes las escaleras gateando a ver si te pillo, si no que escalas el primer escalón, te llamo, me miras, te das la vuelta, te sientas, cuelgas los pies, y, controlando el balance de pesos, te levantas sin apoyarte y sin poner las manos en ningún sitio.



Por supuesto papá aplaude, tú te ríes y vienes corriendo a que te de un abrazo de celebración. Bueno, hay veces que repites la operación tres o cuatro veces antes de celebrarla.

Papá

martes, 17 de diciembre de 2013

El día de la función

Mañana es un gran día. Mamá y yo vamos a verte a la guarde porque tenéis preparado algo para nosotros.

La verdad es que no te imagino quieto y sentado siguiendo las indicaciones de tu profe mientras nosotros estamos allí. No se si estaremos escondidos o algo así.

Viendo la actividad que tienes los últimos días, sobretodo de ocho a nueve y media de la noche, me temo que vas a romper la formación varias veces.

Pero llevaremos cámaras para que podamos guardar este momento. Supongo que después, cada año, le haremos menos caso a estas grabaciones, pero ahora para nosotros todo lo que te rodea también es nuevo y cada progreso que haces nos produce gran fascinación.

Vuelve a ser un gran momento para que nos toque la lotería y nos dediquemos a ti en exclusiva, como la chica de la que hablaban el otro día en el periódico.

Papá.

lunes, 16 de diciembre de 2013

La lavadora

Una cosa te quiero decir.

La lavadora esa que tanto te gusta, esa de la que abres y cierras la puerta 50 veces al día, a la que te asomas y gritas dentro por si hay alguien, y en la que has empezado a meter parte de tus juguetes porque te gusta el ruido que hacen al caer en el tambor, esa misma, nos ha costado una pasta.

No digo que no sea divertido, que no lo hagas con cuidado y todo eso. Pero creo que el ingeniero alemán que la diseñó no pensó en el uso que tú le das para que aguantase el tiempo que pone en la garantía.

Afortunadamente sí puso un bloqueo a los botones táctiles cuando está en marcha, pero no se le ocurrió inventar un mecanismo más difícil para abrir la puerta cuando está parada; algo que un mocoso como tú de apenas un año no abra con tanta facilidad.

Sé que es espectacular, sobretodo cuando está en marcha y centrifuga, o cuando intentas tocar los botones y las lucecitas y protesta con un pitido avisando de tu intento de sabotaje.

Pero cuídala, por favor. Que la elegimos así de bonita para cuando arreglemos la cocina.

Papá

viernes, 13 de diciembre de 2013

La luna y Muú

Es fascinante observar qué cosas te atraen y te gustan y que cosas no.

Cuando empezamos a darte de comer en la trona, ya hace muchos meses, buscamos todo tipo de entretenimientos para que no protestases. Ahora eres capaz de comer casi sin nada, si tienes hambre, e incluso aguantar ahí sentados mientras comemos nosotros, si compartimos contigo y tú con Tango, claro está.


Uno de los descubrimientos que hicimos que te gustaba mucho era que yo hiciese que un muñeco pequeño de goma con forma de vaca, corretease por la mesa, se escondiese entre los vasos y apareciese de repente por debajo de tus piernas gritando muuuu. Aún te vuelve loco y te ríes a carcajada. Muú hace malabarismos, se pone sombreros, se esconde debajo de las servilletas e incluso sopla a Tango en el morro si se acerca mucho.

Otro elemento que ha captado tu atención últimamente es La Luna. Cada vez que salimos de la guarde por la tarde, ahora en invierno, que casi es de noche, la buscas en el cielo. Y cuando la ves, te quedas mirando fijamente y sueltas uno de esos monosílabos tan significativos: ¡eh!.

Y así todo el camino a casa. Cada vez que doblamos una esquina, la buscas. Os miráis, y a saber que os decís.

Me gusta esa parte. Es una buena amiga. Me encanta que te fijes en esas cosas.

Papá

miércoles, 11 de diciembre de 2013

La Navidad

Te estarás dando cuenta que algo pasa estos días. Y lo verás más acentuado en las próximas semanas.

Verás que esto que sucede se vive de manera diferente en cada lugar donde pasas las horas de tu vida: en la guarde, en la calle, en casa, dentro de unos días en casa de unos y otros abuelos.

Lo llaman Navidad, y básicamente consiste en poner decoraciones que no quedan bien el resto del año, con cosas brillantes y luminosas, y comprarse regalos los unos a los otros.

La principal diferencia que verás es que en casa lo de la decoración "especial" no nos hace mucha gracia, pero ya se encarga la tele de forzarnos a ello desde la pantalla.

En tu guarde ya han hecho un amplio despliegue al que nos han invitado a colaborar, y dentro de unos días asistiremos a una "actuación" tuya con tus compañeros.

Papá ya ha conseguido cargar la cámara de vídeo.

Algo así merece algo mejor que un vídeo grabado con un teléfono móvil.

Papá

martes, 10 de diciembre de 2013

Semáforos

Te llaman mucho la atención las luces en la calle. Las de los coches y autobuses, pero sobre todo las de los semáforos.

Parpadean, cambian de color, y algunas incluso tienen un sonido que las acompaña.

Cuando volvemos todos los días de la guarde, papá te enseña que hay que esperar a que desaparezca el monigote rojo y salga uno verde para cruzar.

Eso que llevamos aprendido para el futuro.

Cuando seas algo más mayor, te llevaré a conocer al Ampelmännchen.



Papá

lunes, 9 de diciembre de 2013

Discursos

En los últimos días hemos vivido varias veces la misma situación: normalmente estás de pie, recto, levantas una mano, te pones serio, y empiezas a pronunciar un discurso, en tu idioma, que te lleva varios minutos y que repites en sus distintas partes porque te parece que no te hemos entendido bien.

Predominan las "aes", las "es" y las "y griegas", pero podría asegurar que las construyes sintácticamente, con sus verbos, sujetos y predicados, separados oportunamente por sus comas y puntos pertinentes.

Como te dije algunos días, es lo que viene. Ya circulas por la casa libremente, y tu siguiente reto es la comunicación fluida.

A la espera estamos, dispuestos a mantener grandes charlas contigo y nos expliques tu punto de vista del mundo que te rodea.

Mantendremos las cámaras cargadas.

Papá

PD: no sería capaz de encontrar una foto que supere a este vídeo para documentar esta entrada.


PD2: Y ya de paso, homenaje a tu gran amigo Tango.




domingo, 8 de diciembre de 2013

Tarde bipolar

Lo pasamos bien, corriendo, riendo, jugando, cantando...

Y sin embargo llega la tarde y, ya sea por los dientes o por el cansancio, estás irritable. En cuanto te llevamos la contraria mamá, yo o cualquiera de tus juguetes (si alguno no hace lo que tu quieres que haga), te tiras al suelo, gritas y te estiras golpeandote la cabeza contra el suelo.

Yo creo que sabes que mañana es lunes y no te apetece nada que acabe el finde.

Te entiendo. Papá.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Disfrutando del parque

Ha sido nuestra primera visita seria. Habíamos pasado por allí pero nunca expresamente a jugar.

Esos columpios con asiento trona están muy bien, y poquito a poco le coges el gustillo al balanceo.

Bajamos varias veces por el tobogán y eso si que te encantó. Te echaste unas buenas risas.

También habia motos y animales sujetos con un muelle, a los que te puedes subir para cabalgar. Estos te quedan un poco grandes.

Pero lo que más disfrutas, como en todos lados, es estar con más gente, niños y mayores. Observas y aprendes continuamente.

Y es una suerte. Porque papá y mamá compraron una casita en un barrio lleeeeeeno de parques para niños.

Papá

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Déjame solo

Siguiente paso (nunca mejor dicho) en tu aprendizaje.

Ya van un par de días que, al verte confiado paseando por la calle, has insistido en soltarte de mi mano. No ha durado mucho, y yo intencionadamente te llevaba agarrado de la capucha. El terreno no es tan liso como el de casa y no está precisamente limpio como para frecuentarlo.

Es divertido. Aunque hay demasiadas bajadas que te hacen acelerar la marcha peligrosamente.

Te llama mucho la atención cruzarte con alguien y que no te diga nada. Te paras. Le miras fijamente, e incluso haces intención de seguirlo.

Sospecho que nuestros paseos de vuelta a casa cada vez van a durar más y más.

Afortunadamente, de momento, sales cansado de la guarde y pides brazos al rato.

Papá

martes, 3 de diciembre de 2013

Manipulación

Ya empiezas a dar señales de intento de manipulación. Como hemos estado muy pendientes de ti en tus primeros pasos y en la pesadilla de los dientes, ahora sabes que ponerte a llorar o protestar significa que vamos a tu rescate.

Pero cuando lloras de mentira, no resultas convincente.

Te caes de culo en medio del salón y no te da la gana gatear hasta la pared para levantarte solo. Nos miras, y protestas. Como no te hacemos caso, empiezas a mover las manos alrededor de la cabeza. Pero eso que haces parecido a llorar no te termina de salir muy bien.

La prueba está en que te hacemos alguna tontería y te ríes.

Es más. Si quieres hacer algo y te decimos que no "n" veces (las que haga falta, te aviso, es una casa de cabezotas), utilizas el mismo método.

Mamá y yo vamos a intentar que no llegues a protagonizar una de esas rabietas de supermercado que tanto se ven, pero bueno, estamos empezando.

Cuando seas mayor y leas esto entenderás el proceso por el que vamos a pasar para que no te salgas con la tuya. Cuando no tienes razón, claro está.



Te reirás, espero.

Papá

lunes, 2 de diciembre de 2013

Comiendo cocido y bailando rockabilly

Ayer quedamos con amigos de Pucela para ir a comer cocido a un sitio clásico de Madrid. El día antes habíamos estado con tus abuelos comiendo en un sitio con ambiente Rockabilly -Grease-delos60americanos.



¡Y cómo te lo pasas!.

El sábado te despertaste al entrar en el local, y te volviste a quedar con todo el personal. Reías y bailabas al ritmo de la música y te pusiste hasta arriba de patatas y todo lo que por allí pasaba.

Ayer, te enganchaste a la sopa de cocido y a las salchichas. Los garbanzos te gustaron menos, pero el resto mucho.

Por supuesto hiciste amigos de otras mesas y te diste unos buenos paseos.

Y eso que fuimos sin trona. Sentado con los mayores (cuando te quedabas sentado, claro)

Papá

domingo, 1 de diciembre de 2013

Comunicación

Una vez encaminado el tema del desplazamiento autónomo, tu próximo reto parece ser mejorar la fluidez de la comunicación.

Tu repertorio hasta el día de hoy incluye

-"Papá" más o menos, pero aún no vemos claro si en el momento que lo dices te refieres a mi.
-"Mamá" especialmente cuando te cabreas
-"Eh!" Para llamar a Tango, y cualquier otro perro con el que te cruces.
-"Agua" o algo parecido. Esto está claro y funciona.
-"Bibi" creimos entenderte ayer. En cualquier caso, si no te hacemos caso, nos llevas de la mano hasta la trona, y pides que te subamos.

Que sepas más castellano que mucha gente inglés en este país. Y pronto superaras en castellano a los que salen en Tele5 y MTV.

Ya lo entenderás.

Papá