Ya empiezas a dar señales de intento de manipulación. Como hemos estado muy pendientes de ti en tus primeros pasos y en la pesadilla de los dientes, ahora sabes que ponerte a llorar o protestar significa que vamos a tu rescate.
Pero cuando lloras de mentira, no resultas convincente.
Te caes de culo en medio del salón y no te da la gana gatear hasta la pared para levantarte solo. Nos miras, y protestas. Como no te hacemos caso, empiezas a mover las manos alrededor de la cabeza. Pero eso que haces parecido a llorar no te termina de salir muy bien.
La prueba está en que te hacemos alguna tontería y te ríes.
Es más. Si quieres hacer algo y te decimos que no "n" veces (las que haga falta, te aviso, es una casa de cabezotas), utilizas el mismo método.
Mamá y yo vamos a intentar que no llegues a protagonizar una de esas rabietas de supermercado que tanto se ven, pero bueno, estamos empezando.
Cuando seas mayor y leas esto entenderás el proceso por el que vamos a pasar para que no te salgas con la tuya. Cuando no tienes razón, claro está.
Te reirás, espero.
Papá
Pero cuando lloras de mentira, no resultas convincente.
Te caes de culo en medio del salón y no te da la gana gatear hasta la pared para levantarte solo. Nos miras, y protestas. Como no te hacemos caso, empiezas a mover las manos alrededor de la cabeza. Pero eso que haces parecido a llorar no te termina de salir muy bien.
La prueba está en que te hacemos alguna tontería y te ríes.
Es más. Si quieres hacer algo y te decimos que no "n" veces (las que haga falta, te aviso, es una casa de cabezotas), utilizas el mismo método.
Mamá y yo vamos a intentar que no llegues a protagonizar una de esas rabietas de supermercado que tanto se ven, pero bueno, estamos empezando.
Cuando seas mayor y leas esto entenderás el proceso por el que vamos a pasar para que no te salgas con la tuya. Cuando no tienes razón, claro está.
Te reirás, espero.
Papá