Una de tus nuevas aficiones son los garajes. Te fascina ver como se abren las puertas tan grandes automáticamente. Te emocionas esperando a ver qué se asomará desde ese agujero oscuro. Celebras la aparición de un coche de colores o alguna moto. Le dices adiós cuando pasa a tu lado, y cuentas hasta tres muy alto conmigo (el tres va acompañado de un pequeño salto y movimiento rápido de la mano) para ordenar a la puerta que se vuelva a cerrar.
Jugamos a esto cuando, después de haberte recogido en la guardería, vamos de camino al parque de Arturo Soria.
Pero tu lugar preferido es la salida del aparcamiento de residentes de al lado de nuestra casa. El flujo de coches es constante, y te subes conmigo al muro del lateral de la rampa y esperamos pacientemente la siguiente aparición.
Me gusta verte emocionarte por estas cosas.
Papá.
Jugamos a esto cuando, después de haberte recogido en la guardería, vamos de camino al parque de Arturo Soria.
Pero tu lugar preferido es la salida del aparcamiento de residentes de al lado de nuestra casa. El flujo de coches es constante, y te subes conmigo al muro del lateral de la rampa y esperamos pacientemente la siguiente aparición.
Me gusta verte emocionarte por estas cosas.
Papá.
