Como parte de tus juegos con Tango y con cualquier cosa que puedas lanzar y se arrastre y ruede, si es posible haciendo algún sonido, has inventado una postura medio desafiante y medio divertida, que acompañas con cara de velocidad y llamadas usando la "e".
Echas los brazos muy estirados hacia atrás e inclinas el cuerpo hacia adelante, como si fueses a saltar a la piscina o por encima de un hoyo en el suelo.
Tu otra nueva habilidad es el bailoteo en una baldosa, de alegría, de emoción... Lo malo es cuando lo haces después de subir un par de escalones en la escalera e intentas llamar mi atención para que vaya a por ti y te eche la bronca.
Hoy te has vuelto a dar un golpe, esta vez en la boca, y esta vez con el juguete enorme que llevabas en la mano mientras corrías.
Papá
