Durante los últimos días hemos podido escaparnos a la playa, por fin.
Tanto en Semana Santa como en el puente del uno de mayo, no pudimos salir de Madrid, y ya iba apeteciendo.
Los pequeñines tenían su reserva hecha en un alojamiento rural con todo tipo se actividades, y nosotros cogimos carretera por el camino más corto hacia el mar.
Te lo has pasado teta. Unos primeros segundos de precaución al notar la arena bajo tus pies, pocas dudas para entrar en el agua y minutos después ya estabas lleno de arena hasta arriba y corriendo dentro y fuera del agua.
Comiendo de todo. Durmiendo cuando ya caías rendido.
Nos queda mucho por disfrutar juntos. Antes de que empieces a viajar con tus amigos. Aunque intentaré que aún entonces podamos compartir nuestro tiempo juntos.
Papá
